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Arte
22/11/2024 | Hace 23 horas

¿Arte o inversión?: la banana pegada a la pared superó una exorbitante cifra en dólares durante una subasta

¿Arte o inversión?: la banana pegada a la pared superó una exorbitante cifra en dólares durante una subasta
En un evento histórico, el comprador reveló que planea comérsela como parte de la experiencia artística.

Y fue la banana más cara del mundo, nomás. La obra del artista italiano Mauricio Cattelan se vendió ayer en una subasta por 6.2 millones de dólares. Se esperaba que batiera el récord de pasar el millón, pero después de sólo siete minutos de puja, quien dio más fue un inversor chino en criptomonedas. A contramano del usual anonimato, el feliz poseedor del concepto creado por Cattelan, una banana pegada con cinta adhesiva a una pared, no sólo se dio a conocer, se llama Justin Sun, sino que contó lo que hará con la pieza: comérsela.

Sotheby’s, la casa de subastas en la que apareció el lote de Cattelan a la venta con una base de un millón de dólares, difundió el comunicado de Sun. “Esto no es solo una obra de arte; representa un fenómeno cultural, un puente entre los mundos del arte, los memes y la comunidad cripto —escribió Sun—. Además, en los próximos días voy a comerme personalmente la banana como parte de esa experiencia artística única, honrando así su lugar en la historia del arte y la cultura popular”.

El chino se lleva a su casa el certificado de autenticidad de la obra conceptual, que incluye varias páginas de un manual de instrucciones. Como reponer la fruta cada siete días y pegarla a no menos de 1.60 del suelo. El precio pagado por Comedian, el nombre de la obra, superó las expectativas y disparó la curva de la performance que viene haciendo en los mercados. Desde que se presentó por primera vez en la feria Art Basel de Miami, en 2019, y fue vendida por 120.000 por un comprador que la donó al Guggenheim, convirtiendo a Comedian en pieza de museo.

Cattelan es un artista autodidacta de 64 años que viene haciendo ruido fuerte en el mundo del arte. América, su inodoro de oro de 18 quilates ocupó un baño de ese mismo museo, en Nueva York, donde fue utilizado por cerca de cien mil personas. Colgó del techo un caballo embalsamado y acomodó al Papa de Roma en el suelo, aplastado por meteorito, en su exhibición europea más importante, I’m not afraid of love. Las transgresiones y provocaciones de su obra, entre la parodia y la búsqueda de un debate sobre el arte mismo, escriben ahora un capítulo importante, con el récord de Comedian. Un concepto. Una banana.

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