A partir de la denuncia por desaparición, la Policía, precisamente el área especializada de la División Trata de Personas, dio inicio al protocolo de búsqueda dando lugar a un importante operativo tratando de dar con el paradero del muchacho.
El joven se había llevado su teléfono móvil por lo que los investigadores solicitaron a la autoridad judicial competente intervenir las celdas de ubicación del dispositivo. De esta manera lograron establecer su ubicación, con quien establecieron comunicación, en la cual dijo que se había retirado de su hogar de forma voluntaria tras tener una pelea con su novia.
De esta forma se puso en conocimiento a la Unidad fiscal interviniente sobre la aparición, por lo que se dejó sin efecto el pedido de paradero del desaparecido.