Hoy se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial, y desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se hace énfasis en la prevención, diagnóstico y tratamiento adecuado.
Según la propia FAC, en la República Argentina, 3 de cada 10 adultos son hipertensos, donde gran parte de ellos no sabe que padece la enfermedad. Es importante destacar que esa proporción crece con la edad, llegando a 7 personas de cada 10 en mayores de 65 años de edad.
El doctor Martinez, presidente de la Federación Argentina de Cardiología, señaló que “la hipertensión arterial es la elevación persistente de la presión arterial por encima de los valores establecidos como normales. La presión arterial por encima de 140/90 mmHg es hipertensión arterial“.
Asimismo, Martínez resaltó que “puede generar problemas en la visión (ceguera u otros trastornos visuales), en el corazón (infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca), en los riñones (insuficiencia renal, diálisis), en las arterias (aneurismas, obstrucción en piernas), en el cerebro (deterioro cognitivo, accidente cerebrovascular), entre otros órganos afectados“.
Por su parte, el doctor Cesario, Vocal del Comité de Hipertensión Arterial de la FAC, explica que “la aparición de cifras elevadas de presión, en mayor medida, se deben a los hábitos que atentan contra la salud. Para retrasar su aparición lo mejor es trabajar en la prevención modificando conductas que son perjudiciales como el excesivo consumo de sal, la obesidad, el sedentarismo, el tabaquismo”.
En cuanto al diagnóstico, Cesario señala que el mismo se realiza a través de controles en el consultorio con el médico de confianza o con la utilización de aparatos diseñados para tal fin (monitoreo ambulatorio de la presión arterial o monitoreo domiciliario de la presión arterial).
Por último, ambos especialistas sostienen que el tratamiento se basa en el cambio de los hábitos como dejar de fumar, elegir una alimentación saludable, iniciar ejercicio aeróbico al menos 150 minutos semanales, eliminar el consumo excesivo de sodio en la dieta, mantener un peso adecuado, entre otras medidas y, si el médico tratante lo indica, el uso de fármacos para el descenso de los valores de presión arterial. Un dato a tener en cuenta es que en Argentina sólo 1 de cada 4 hipertensos está diagnosticado, tratado y adecuadamente controlado.