Según expertos, la persona que ha sufrido una infidelidad amorosa puede presentar síntomas similares a los que experimentan el trastorno por estrés post traumático, con características particulares. Al igual que otros que han sufrido amenazas a su seguridad y bienestar físico o emocional, están desorientados y confundidos por lo sucedido. Cómo superar este difícil momento de la vida.
La infidelidad no solo puede ocurrir entre matrimonios. Las parejas que tienen un compromiso sólido también pueden experimentarla.
Un pequeño estudio mostró que las personas que viven un acto (o varios) de infidelidad pueden experimentar síntomas de estrés traumático. Y esto ocurre ocurre más allá del estatus civil. La investigación comprobó que hasta el 45.2% de los engañados (tanto hombres como mujeres) presentaron algunos de estos síntomas:
Inesperada inestabilidad emocional y cambios de humor
Sentimientos de sentirse quebrados y sin poder
Confusión y desorientación
Compulsión por buscar más información sobre el engaño que, al final, les causa más dolor
Tendencia a culparse a sí mismos
Sensación de tristeza profunda y de que no hay salida
Dolores físicos, como de cabeza y malestar estomacal, entre otros
El trauma de una traición también puede disparar memorias sobre situaciones emocionales no resueltas del pasado, estas experiencias pasadas pueden complicar el proceso de curazción.
La resiliencia después de una infidelidad depende mucho de la personalidad de la víctima, y del apoyo que reciba, ya sea profesional o de su red social y familiar.
Hay dos caminos cruciales que en realidad son decisiones muy distintas. Una es dejar atrás esa relación dolorosa y dar vuelta la página. Esta opción no descarta revisar los propios sentimientos y reacciones ante el engaño.