Un hombre entró a robar a una pescadería y a la empleada la despidió con un beso después de cometer el acto delictivo. Las cámaras de seguridad del local comercial captaron todo momento y rápidamente las imágenes se volvieron virales en las redes sociales.
Se trata del hecho por de más increíble que tuvo lugar en las últimas horas en la ciudad de Quilmes, Buenos Aires, más precisamente en una pescadería ubicada en la esquina de calles Mitre y Hernández.
Luego de hacerse quedar el teléfono celular de la mujer y de adueñarse del dinero de la caja registradora, el ladrón la despidió con un beso en la mejilla, un acto totalmente insólito.
“No podés hacer eso”, le dijo la empleada al delincuente, a lo que él le respondió: “Ya sé que no puedo, pero lo necesito”.