Si bien es un proceso inevitable, ciertos hábitos pueden acelerarlo causando lo que se conoce como envejecimiento prematuro. Afortunadamente, existen vitaminas que pueden ayudarte a contrarrestar esta situación.
Vitamina A
La vitamina A es una vitamina liposoluble, es decir, una sustancias soluble en grasas y aceites, que se almacena en el hígado.
Suele ser apuntada como una vitamina antienvejecimiento, ya que interviene en la estimulación del sistema inmunitario, cuidado de la piel y la vista, y en el desarrollo y mantenimiento óseo y muscular.
Cómo obtenerla
La vitamina A se puede encontrar en alimentos y suplementos como vitamina A preformada (forma activa) y provitamina A (forma inactiva que se convierte en activa una vez en el organismo).
El tipo de vitamina A más común que se encuentra en alimentos y suplementos es el betacaroteno, que se convierte en retinol en el organismo. Estas son las mejores opciones para sumarla a la dieta:
Carne: de pollo y vaca.
Frutas: aguacate, damasco, durazno, mango, papaya, tomate.
Frutos secos.
Hígado: de res o bacalao.
Legumbres: frijol o poroto, garbanzo, guisante.
Lácteos: crema, leche fortificada, mantequilla, queso.
Pescados.
Vegetales: brócoli, calabaza, espárrago, espinaca, hinojo, kale, lechuga, rúcula, zanahoria.
Yema de huevo.
Cuánto consumir
Dependiendo la edad y condición de las personas, los especialistas aconsejan el siguiente consumo de vitamina A:
De 0 a 6 meses: 400 microgramos por día (mcg/día).
De 7 a 12 meses: 500 mcg/día.
De 1 a 3 años: 300 mcg/día.
De 4 a 8 años: 400 mcg/día.
De 9 a 13 años: 600 mcg/día.
Hombres a partir de los 14 años: 900 mcg/día.
Mujeres a partir de los 14 años: 700 mcg/día.
Mujeres embarazadas: 770 mcg/día.
Mujeres en período de lactancia: 1 300 mcg/día.
Vitamina B
La vitamina B también puede ayudar a combatir el envejecimiento, debido a que cumple un rol clave en el mantenimiento de la salud cerebral. Esto se debe a que evita que se acumulen sustancias que pueden resultar tóxicas para el cerebro, llamadas homocisteínas.