Meloni afirmó que las medidas de Italia corren el riesgo de “no ser plenamente eficaces” si no se extienden a toda la UE e indicó que las pruebas preliminares muestran que los viajeros positivos por COVID-19 procedentes de China tenían variantes de ómicron ya conocidas.
“Esperamos y deseamos que la UE quiera actuar de esta manera”, dijo Meloni en una rueda de prensa de fin de año en Roma.
La primera ministra, que criticó las medidas de confinamiento nacional cuando estaba en la oposición, dijo que no creía que la reintroducción de medidas restrictivas fuera la mejor manera de hacer frente a una posible nueva crisis del COVID-19.
Mientras hablaba la dirigente italiana, altos responsables de sanidad de la UE mantenían conversaciones en Bruselas para tratar de coordinar puntos de vista muy diferentes sobre cómo responder a la decisión de China de levantar sus restricciones frente al COVID-19 en medio de una oleada de casos en ese país.