Héctor Daer, el cotitular de la CGT, fue internado de urgencia en la noche del domingo en la Fundación Favaloro, en Capital Federal. El diagnóstico de ingreso fue “preinfarto”. Después de los primeros estudios se determinó que el secretario general del gremio de Sanidad debía ser sometido a un cateterismo hoy a la mañana.

Daer, de 59 años, según pudo saber Infobae, sintió un fuerte dolor en el pecho mientras estaba en su domicilio y desde allí fue trasladado de inmediato al hospital universitario, lugar de excelencia para este tipo de dolencias.

Durante las maniobras de cateterismo, los médicos cardiólogos y cirujanos determinaron que debían colocarle dos stents coronarios “para evitar que las arterias se cierren”. La maniobra, que no reviste mayor gravedad, desobstruye las arterias que llevan la sangre al corazón.

Parte de esta explicación es la que escuchó el sindicalista amigo del presidente Alberto Fernández, a quien además le explicaron: “Cuando algunas de las arterias coronarias están obstruidas, por ejemplo a causa de arteriosclerosis, el corazón sufre los efectos de la falta de irrigación sanguínea”.

La intervención demoró aproximadamente dos horas, ya está fuera de peligro, y en este momento está acompañado por su entorno familiar. Entre ellos su esposa y hermano, Rodolfo Daer, el titular del Sindicato de Trabajadores de Industrias de Alimentación.

“Su vida nunca corrió riesgo. El paciente, en cuanto sintió los primeros síntomas, ingresó a la Fundación y se lo internó y se realizaron todos los análisis y estudios”, le contaron a este medio desde el Hospital Escuela.

En el entorno de uno de los hombres fuertes de la CGT entienden que al menos durante la próxima semana Daer permanecerá alejado de la actividad gremial. La internación y el preinfarto coinciden con un momento de máxima tensión entre los gremios de la Sanidad, enrolados en FATSA, y las cámaras y asociaciones que agrupan a la medicina privada ya que hasta el momento no hay acuerdo en las negociaciones paritarias.

En las últimas horas, la Federación de Trabajadores de la Sanidad de la Argentina anunció dos paros de actividades de 4 horas por turno para el 1 y 2 de julio. El sector privado exige un aumento en las prestaciones para poder afrontar cualquier aumento de sueldo. Debido a esta medida de fuerza, corre riesgo la atención en las clínicas y hospitales privados ya que seguramente se dificulte el habitual tratamiento de pacientes.

A partir del día de hoy y hasta el 30 de junio, se realizarán “asambleas informativas en todos los sectores y turnos de cada establecimiento” para “debatir las medidas dispuestas”.

También desde esta mañana, la Asociación de Trabajadores de la Salud (ATSA) comenzó con movilizaciones en 12 puntos de la Ciudad de Buenos Aires, pero sin interrumpir el tránsito. Estas medidas se mantendrán también hasta el miércoles próximo.

Hasta el momento no hay una nueva reunión en el Ministerio de Trabajo, por lo cual el conflicto está trabado. Las miradas están puestas en la cartera que comanda Claudio Moroni. En marzo ya había decretado una conciliación obligatoria por medidas de fuerza dispuestas por el gremio.