Por eso la piel del talón puede llegar a ser hasta 50 veces más gruesa que la de la mejilla. Sin embargo, eso no lo libra de sufrir lesiones, conocidas como “grietas” o “fisuras”.
Aunque el agrietamiento suele ignorarse, a la larga puede causar graves problemas, principalmente porque aumenta el riesgo de infecciones. Conoce aquí cómo tratar los talones agrietados de forma sencilla y eficaz.
¿Por qué se agrietan los talones?
Nuestros talones pueden agrietarse cuando la piel que los recubre está seca y no logra expandirse como se requiere al caminar.
Es una afección común, que puede ser especialmente dañina en personas obesas o con sobrepeso, con insuficiencia vascular o con diabetes.
La constante presión al caminar puede llevar a que los talones sangren, lo que favorece el ingreso de microrganismos dañinos que provocan enfermedades e infecciones.
Cómo prevenir los talones agrietados
Puedes evitar la aparición de fisuras o grietas en los talones teniendo en cuenta los siguientes consejos:
Evita el uso de jabones muy perfumados.
Evita el uso de tacos muy altos o calzado estrecho e incómodo.
Hidrátate correctamente (bebiendo entre 2 y 2 ½ litros de agua por día). También puedes consumir alimentos ricos en agua, como pepino, sandía, o melón, entre otros.
Mantén una dieta equilibrada y saludables, rica en granos, semillas, frutas, vegetales, y carnes magras. Esta alimentación proporcionará los nutrientes esenciales para cuidar la salud de la piel.
No abuses de las duchas o baños muy calientes, ya que resecan la piel.
No te rasques o frotes los talones si te pican.
Mantén tus pies bien humectados, especialmente en temporadas de clima frío y seco.
Usa plantillas en la zona de los talones para amortiguar los impactos.
Si ya sufres molestias y dolor por tener los talones agrietados, puedes probar los siguientes remedios caseros para encontrar algo de alivio: