El procedimiento estuvo a cargo de policías del destacamento de Villa Matoque y sus pares de San José del Boquerón, trascendió de esferas policiales.

De acuerdo con la investigación del fiscal Santiago Bridoux, el organizador habría sido un vecino, de apellido Ruiz, quien congregó en su casa a más de 70 personas.

Aún a sabiendas de los riesgos del Covid-19, la fiesta se habría caracterizado por comida, alcohol, cumbia y chamamé, deslizaron algunos de los participantes.

En plena algarabía, arribaron los patrulleros y el desbande fue al instante y mayúsculo. Todos los invitados corrieron hacia el monte y dejaron las mesas repletas de asado y empanadas.

Sin dudarlo, los policías también se internaron en el monte y reaparecieron a los 10 minutos con 38 personas demoradas, entre las cuales había 13 menores de edad, 18 varones y 7 mujeres.

con el día, los padres debieron trasladarse hacia Villa Matoque para hacerse cargo de sus hijos menores. No tuvieron la misma suerte los otros 25 mayores de edad, deslizaron las fuentes,

Todos quedaron demorados y ahora la Fiscalía debe imputarlos por violar el artículo N° 25 del Código Penal, cuya esencia reprime a quien violentara el espíritu de las normas que previenen ante la pandemia.

Y el anfitrión, también

Diferente es la situación del dueño de casa. El hombre se encuentra prófugo y la Fiscalía hoy pediría su detención, ya que los policías agotaron su búsqueda en todos los domicilios de familiares y amigos.

En principio, pesaba solo el artículo 205, pero la falta de deseo de someterse a Derecho erosiona aún más su delicada situación, explicó un funcionario anoche.

No todo termina allí. La policía también habría incautado en la fiesta clandestina numerosas armas de fuego, cuya propiedad ahora es difícil de establecer, ya que nadie quería retirarlas. El fiscal hoy establecerá la suerte final de unos y otros, dejando especial atención en Ruiz, el anfitrión y principal buscado en Villa Matoque y San José del Boquerón.