A pesar de que los estadios de la Copa América 2024 en Estados Unidos son impresionantes arquitectónicamente, han sido objeto de numerosas críticas durante la competición. Terrenos de juego en mal estado, malas ubicaciones de las cámaras, tribunas vacías y, especialmente, las medidas más pequeñas de los campos de juego han generado descontento entre los participantes.

“Me gustaría llamar la atención sobre el tamaño de los campos. Significará que los partidos serán más disputados. Un equipo que defiende su propia área podrá salir al contraataque y llegar a la mitad de ataque mucho más rápido. Vale la pena pensar en eso”, afirmó Dorival Júnior, entrenador de Brasil. Su colega colombiano, Néstor Lorenzo, también expresó su desacuerdo con las dimensiones de 100 metros de largo por 64 de ancho.

La razón de estas dimensiones es que la mayoría de los estadios utilizados pertenecen a equipos de la NFL, cuyas canchas son naturalmente más estrechas. Ampliar las dimensiones sería demasiado costoso y, en algunos casos, inviable.

Esta situación afecta particularmente a equipos que buscan explotar todo el ancho del campo, ya que sus jugadores deben adaptarse a estas dimensiones. Esto ha resultado en que los tiros libres y los córners a menudo terminen siendo demasiado largos.

Para el Mundial 2026, todos los estadios deberán cumplir con las dimensiones estándar de la FIFA, lo que implica que algunos recintos deberán ser modificados. Sin embargo, este problema persiste en la Copa América actual, afectando el desarrollo y las estrategias de los partidos.