La izquierda francesa logra un inesperado triunfo en la segunda vuelta de las cruciales elecciones legislativas en Francia. Los resultados suponen un revés para la líder ultraderechista Marine Le Pen, que fracasa así en su intento de lograr la mayoría absoluta, que las proyecciones consideraban posible tras la primera vuelta celebrada el domingo pasado.
El Nuevo Frente Popular (NFP), que incluye a la ultraizquierdista Francia Insumisa y al tradicional Partido Socialista, logra una mayor cantidad de escaños, según sondeos citados por el diario Le Figaró, pero la falta de una mayoría absoluta aumenta la incertidumbre política en el país. Detrás se ubica el oficialista Juntos por la República de Emmanuel Macron y luego la Agrupación Nacional de Le Pen.
La coalición de izquierdas obtendría entre 172 y 215 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional (cámara baja), seguido de la alianza oficialista entre 150 y 180 y el partido ultraderechista Agrupación Nacional (RN) y sus aliados con entre 115 y 155, según cuatro proyecciones diferentes citadas por AFP.
Los pactos implícitos entre el oficialismo y la coalición de izquierdas, consistentes en concentrar el voto en el candidato con más posibilidades de derrotar a RN en cada circunscripción, frustraron las proyecciones que vaticinaban un triunfo de la derecha radical. Así, en más de 200 distritos, hubo renuncias masivas de los candidatos con menor posibilidad de triunfo para polarizar la elección con la RN.
Pero los resultados suponen también un golpe para Macron, de 46 años, que pierde la mayoría simple que gozaba desde 2022 y deberá compartir el poder con un gobierno que no controlará. Su segundo mandato termina en 2027.