Robert Kaplan y James Bullard, jefes de la Fed de Dallas y St. Louis, respectivamente, advirtieron el jueves que la inflación podría mantenerse por más tiempo de lo que muchos de sus colegas pudieran anticipar. Ambos creen que la Fed tendrá que empezar a subir las tasas de interés el próximo año.
“Los responsables de la política monetaria tendrán que tomar en cuenta este nuevo riesgo en los meses y trimestres venideros”, afirmó Bullard a la Cámara de Comercio de Clayton, cerca de St. Louis.
Kaplan, hablando con el Headliners Club de Austin, dijo que ve un “riesgo alcista” en su proyección de una inflación del 2,4% o 2,5% el próximo año, que ya se encuentra en la parte superior del rango de los pronósticos de la Fed.
Agregó que la Fed debería comenzar a recortar sus compras de activos “más temprano que tarde” para comenzar suavemente el proceso de reducción del estímulo y evitar tener que frenar bruscamente más adelante. Continuar con las compras de activos más de lo necesario también podría alimentar excesos y desequilibrios en los mercados financieros, dijo Kaplan.
Mientras, el presidente de la Fed de Nueva York, John Williams, y el de la Fed de Filadelfia, Patrick Harker, hablando en eventos separados, enfatizaron cuánto más debe avanzar el mercado laboral antes de que se recupere. Ni Harker ni Williams dijeron cuándo creen que la Fed deberá comenzar a subir las tasas, aunque una mayoría en el banco central cree que necesitarán hacerlo en 2023.
“Una vez que la recuperación sea más completa y la economía esté en un muy buen lugar, entonces podemos tomar las bajas tasas de interés y llevarlas a niveles más normales”, afirmó Williams durante una conversación virtual organizada por el College of Staten Island. “No es el momento ahora porque la economía aún está lejos del máximo empleo”.