Altmaier afirmó que el gas será necesario mientras Alemania abandona la energía nuclear y la generación de electricidad a partir del carbón, pero intentará aprovechar la asociación establecida en combustibles fósiles para el desarrollo del hidrógeno a partir de fuentes renovables como combustible alternativo.
“En el otro extremo del puente (del gas) estarán las energías renovables y el hidrógeno verde, que podemos construir conjuntamente con Rusia a una gran escala comercial”, dijo Altmaier.
“Rusia tiene excelentes condiciones para esta asociación”.
Alemania espera desarrollar el hidrógeno verde a gran escala usando la energía renovable del viento y el sol para producir el combustible sintético para los sectores de la industria, la energía y el transporte.
Su programa de fomento del hidrógeno, de 9.000 millones de euros (10.900 millones de dólares), lanzado el pasado verano boreal, prevé grandes necesidades de importación, ya que el despliegue de la capacidad de producción nacional se verá obstaculizado por las restricciones de terreno.
Las declaraciones de Altmaier fueron secundadas por oradores rusos.
El viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, dijo en la reunión transmitida por Internet que los dos países habían acordado que era importante poner en marcha proyectos conjuntos en materia de energía del hidrógeno.