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Salud
10/05/2023

Alerta por una arritmia muy común después de los 60 años: cómo detectarla

Alerta por una arritmia muy común después de los 60 años: cómo detectarla
La fibrilación auricular quintuplica el riesgo de ACV, pero el primer registro argentino de la enfermedad confirmó datos preocupantes.

Su corazón late en forma descompasada y no lo saben. O tienen diagnóstico, pero no están adecuadamente tratados. El primer registro argentino de fibrilación auricular confirmó lo que se sospechaba: el subdiagnóstico y el mal tratamiento son las principales preocupaciones en torno a la arritmia más frecuente, que quintuplica el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular (ACV).

Se estima que en el país viven unas 300 mil personas con fibrilación auricular, cálculo que surge de datos de prevalencia del exterior. Para empezar a tener información propia, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) abrió hace casi un año el registro Argentina Sin Fibrilación Auricular (ASFA), que ya cuenta con resultados preliminares.

El objetivo del relevamiento que forma parte de la iniciativa ASFA no era obtener datos de prevalencia (cuántas personas viven con la arritmia en el país), sino entender qué es lo que está fallando y diseñar estrategias que conduzcan a una mejor abordaje.

Para eso, más de 450 cardiólogos distribuidos en 30 filiales de la FAC en 23 provincias se concentraron en incluir en el registro a personas con fibrilación auricular no diagnosticada o subtratada (los pacientes bien controlados no fueron incluidos en el registro).

“Una de las grandes falencias es que tenemos una gran cantidad de pacientes con fibrilación auricular de alto riesgo de tener un ACV que no están tratados”, destacó Luis Aguinaga, presidente de la FAC y director del estudio.

Resultados del registro de ASFA
Desde junio de 2022 se incorporaron en el registro datos de 9543 personas con fibrilación auricular no diagnosticada (1431) y subtratada (8112), con una edad promedio de 67,5 años.

Más de una de cada cuatro (el 27,3%) de las que tienen alto riesgo de sufrir un ACV no están tomando anticoagulantes, la terapia indicada en esos casos según las directrices internacionales.

¿La paradoja? “Un 15% que son de bajo riesgo (y que no deberían estar medicados con anticoagulantes) los están tomando sin ningún beneficio, al contrario. Y un 12% están falsamente antiagregados con antitrombóticos, como aspirina”, comentó Aguinaga, que presentará los resultados preliminares del relevamiento la semana próxima en el congreso de la Heart Rhythm Society (HRS 2023) en Nueva Orleans (Estados Unidos).

Es decir que, de acuerdo al registro, 4 de cada 10 personas con fibrilación auricular que se encuentran en alto riesgo de sufrir un ACV no están debidamente tratadas: ya sea porque no reciben anticoagulantes o porque en su lugar toman aspirina, que no es efectiva para evitar la formación de coágulos.

“La aspirina da una falsa sensación de seguridad: el paciente cree que tomándola está anticoagulado y eso es totalmente falso”, enfatizó Aguinaga.

Los datos locales se encuentran en línea con los de un amplio estudio internacional publicado en 2014 que mostraban que un 25% de los pacientes con fibrilación auricular que deberían estar anticoagulados no estaban medicados. A eso se le añadía casi un 30% que recibía solo aspirina.

Medicación y ablación: inequidad en el acceso
El registro ASFA detectó problemas socioeconómicos vinculados al abordaje de la FA.

“En nuestro país todavía es inequitativo el acceso a los medicamentos anticoagulantes específicos, no todas las personas pueden acceder a ellos porque son un poco caros. Si no tenés obra social, cuestan alrededor de 20 mil pesos por mes, lo que para muchas personas significa hasta un tercio de sus ingresos”, manifestó Aguinaga.

Y sumó que también hay limitaciones para acceder a la ablación, una terapia de alta complejidad para tratar la FA, “la más avanzada hoy en día para las arritmias cardíacas”.

“Se basa en ir con un catéter a través de una vena de la pierna, llegar al corazón, ir a la aurícula, a una zona que se llama las venas pulmonares (que tenemos 4 en la aurícula izquierda), donde se encuentran unos focos que son los que producen la fibrilación. Buscamos esos focos y los eliminamos con calor o con frío”, explicó el director Centro Integral de Arritmias Tucumán.

Las guías de tratamiento sugieren la ablación en pacientes resistentes al tratamiento con fármacos, en quienes la eficacia de los medicamentos no llegan al 50%, o en aquellos que desarrollaron insuficiencia cardíaca a causa de la arritmia, precisó. Según estimó, entre uno o dos de cada 10 pacientes van a necesitar ablación para tratar la FA.

El procedimiento se puede realizar en personas de cualquier edad. “Tenemos grupos de octogenarios que se someten a la intervención, porque la FA va aumentando con la edad. Después de los 80 años, el 10% tiene esta arritmia”.

Cinco veces más riesgo de ACV
La complicación más temida de la fibrilación auricular es el ataque cerebrovascular, ya que multiplica por cinco las chances de sufrirlo. Es el segundo factor de riesgo después de la presión arterial alta.

El riesgo de sufrir un ACV a causa de la fibrilación auricular se mide en base a una escala que se utiliza a nivel internacional. Si en ese score la persona con fibrilación auricular suma dos o más puntos, se le debe indicar un anticoagulante (salvo que lo tenga contraindicado) para reducir las probabilidades de que sufra un ataque cerebral.

La edad avanzada tener hipertensión, diabetes, insuficiencia cardíaca, enfermedad vascular periférica, ser mujer y, especialmente haber tenido previamente un ACV o un ataque isquémico transitorio son los principales factores que integran esa escala.

Entre los pacientes ingresados en el ASFA, tres de cada cuatro tenían hipertensión (74,1%), colesterol elevado el 41%, el 36% fumaba, el 37% tenía obesidad, el 17% insuficiencia cardíaca y el 16% enfermedad cardiovascular periférica.

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