Solo Estados Unidos e Israel votaron en contra de esta resolución, que contó con la abstención de Brasil y Ucrania, en la que el gobierno de La Habana pedía, además del fin del embargo, la “igualdad soberana” de los estados, la “no injerencia en sus asuntos internos” y “libertad de comercio y navegación internacionales”.
Impuesto en 1962 en plena Guerra Fría por el entonces presidente estadounidense John F. Kennedy, el bloqueo ha sido recrudecido progresivamente para asfixiar al régimen comunista.
“Tiene el efecto de “una pandemia permanente, de un huracán constante”, lamentó el canciller cubano Bruno Rodríguez en la tribuna de la ONU.
Según el ministro, en los primeros 14 meses de la administración demócrata de Joe Biden, los “perjuicios” ocasionados por el bloqueo se elevaron a 6.364 millones de dólares y a 154.217 millones en seis décadas.
“No atribuimos al bloqueo todas las dificultades que enfrenta hoy nuestro país, pero faltaría a la verdad quien niegue sus gravísimos efectos y no reconozca que es la causa principal de las privaciones, carencias y sufrimientos de las familias cubanas”, aseguró, tras alertar de que “crea las condiciones que alientan la inmigración ilegal”.