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Policiales
18/01/2025 | Hace 4 horas

Así fue el tiroteo entre miembros del clan Acevedo que terminó con un menor baleado en la cabeza

Así fue el tiroteo entre miembros del clan Acevedo que terminó con un menor baleado en la cabeza
Peritos recogen pruebas en el lugar donde se produjo el violento enfrentamiento a tiros que terminó con un chico de 13 años gravemente herido, internado en el Hospital de Niños.

El barrio El Sifón de San Miguel de Tucumán se convirtió el miércoles en un escenario de horror, cuando un enfrentamiento armado entre integrantes del clan Acevedo dejó a un adolescente de 13 años gravemente herido de bala en la cabeza. Mientras el menor agoniza en el Hospital de Niños, la Policía trabaja para esclarecer el violento episodio que ha sacudido a la comunidad.

Según el informe policial, el conflicto se desencadenó tras una disputa entre el padre del joven y otro hombre del mismo clan, supuestamente por un robo en la casa del primero. Sin embargo, los investigadores no descartan que el trasfondo esté vinculado a la comercialización de drogas, una actividad que, según los vecinos, forma parte del día a día en el barrio.

Todo comenzó con una visita de reclamo. El padre de la víctima, enojado, se dirigió al domicilio de otro integrante del clan para exigir explicaciones por un presunto delito contra la propiedad. Lo que parecía un enfrentamiento verbal pronto escaló a un tiroteo que aterrorizó a la comunidad.

“Estamos acostumbrados a este tipo de situaciones. Los Acevedo hacen lo que quieren. Antes, al menos, se cuidaban entre ellos, pero ahora todo lo arreglan a los tiros”, relató Marta Herrera, vecina del barrio, reflejando la sensación de impotencia que reina entre los residentes de El Sifón.

La tarde del miércoles, la violencia alcanzó un punto crítico. Sabrina Noelia Reudero, hija de Sergio “Chupete” Acevedo, había abandonado temporalmente su hogar tras recibir amenazas, pero regresó horas más tarde pensando que el peligro había pasado. En la puerta de su casa se encontraban su pareja, Lautaro Palavecino, y el hijo de ambos cuando se desató el ataque.

“Fue un tiroteo espantoso, como una zona de guerra. Todos los vecinos nos escondimos. Pensábamos que no íbamos a salir vivos”, declaró Juan Gómez, otro vecino que fue testigo de los hechos. En la escena del crimen, los investigadores encontraron 26 vainas calibre 9 mm y 6 calibre .40, evidencia del intenso intercambio de disparos.

Con el testimonio de testigos y familiares, personal de Homicidios, liderado por los comisarios Carlos Rodríguez, Juana Estequiño, Diego Bernachi y Miguel Carabajal, identificó a los presuntos responsables. Por orden del fiscal de feria Diego López Ávila, fueron aprehendidas Florencia Tamara Acevedo, María de los Ángeles Zelarayán —pareja de otro integrante del clan— y Leonel Fabio Paz.

La gravedad del caso no solo ha movilizado a la policía, sino que ha encendido las alarmas en una comunidad acostumbrada a vivir bajo el yugo de los clanes.

El adolescente, víctima de un disparo en la cabeza, continúa internado en estado crítico en el Hospital de Niños. Su pronóstico es reservado, mientras sus familiares intentan hacer frente al miedo que persiste tras las amenazas recibidas desde el tiroteo.

Para los vecinos de El Sifón, este caso no es un hecho aislado, sino parte de una dinámica violenta que parece no tener fin. “No sabemos quién será el próximo. Cada vez que escuchamos tiros, sabemos que alguien está en peligro, pero no podemos hacer nada”, expresó otra residente bajo anonimato.

El caso del joven herido expone la compleja realidad de los barrios tucumanos, donde las disputas entre clanes no solo dejan víctimas físicas, sino también un tejido social roto y una comunidad atrapada en el miedo.

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