El ministerio de Economía, a través de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca, dio un paso importante hacia el impulso de la bioeconomía en Argentina, con la aprobación de dos nuevas levaduras biotecnológicas destinadas a la producción de etanol.
La disposición N° 48/2024, publicada el 23 de diciembre, autoriza el uso de estas levaduras genéticamente modificadas, las cuales permiten un aumento significativo en la producción de etanol a partir de granos.
De acuerdo con estimaciones de la Secretaría, estas levaduras podrían incrementar la producción en un rango de entre 21 y 24 millones de litros, sin necesidad de aumentar la cantidad de granos procesados.
El impacto económico de estas nuevas tecnologías en el sector agroindustrial es considerable, se estima un aporte de US$15 millones anuales a la producción nacional de etanol.
Además, la incorporación de estas levaduras no solo beneficiará a las empresas productoras de bioetanol, sino que también optimiza el proceso industrial de conversión de granos en etanol combustible, dejando como subproducto la burlanda, que se destina al consumo animal.
El proceso de evaluación de riesgos
El proceso de aprobación de estas levaduras estuvo a cargo de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), que evaluó los riesgos agroecológicos de las variantes Saccharomyces cerevisiae GICC03671 y GICC03636.
Según las autoridades, no se detectaron riesgos adicionales que pudieran afectar al agroecosistema, lo que abre la puerta para su utilización en la industria del etanol en el país.
Esta autorización forma parte de un proceso más amplio iniciado a principios de 2024 que ya permitió la aprobación de otras nueve levaduras diseñadas para mejorar la eficiencia y sostenibilidad de la producción de bioetanol, lo que sin duda representa un avance en la consolidación de la bioenergía como fuente renovable y en la economía argentina, destacaron.