Los aumentos de servicios públicos del último año a partir de la quita de subsidios y reacomodamiento de precios relativos golpearon el bolsillo de la mayoría de las familias argentinas. Sin embargo, hay provincias que se vieron más afectadas por la suba en las tarifas de electricidad.
En este contexto, un reciente estudio sobre tarifas eléctricas en Argentina reveló cuáles son las provincias argentinas que enfrentan los costos más elevados en el servicio eléctrico. Según el informe, existen marcadas diferencias en las facturas de electricidad que pagan los hogares según la región, el nivel de ingreso y la estructura tarifaria de cada jurisdicción.
El estudio indica que Chubut, Mendoza, Neuquén y Entre Ríos son las juridiscciones donde los usuarios residenciales deben afrontar las tarifas más altas, con un consumo de 600 kWh por mes.
Estas provincias han registrado los mayores aumentos en los últimos meses como consecuencia de la reestructuración tarifaria implementada por el Gobierno Nacional.
Top 10 de provincias con las tarifas más altas
Cooperativa C. RIV. (Chubut)
Edemsa (Mendoza)
EPEN (Neuquén)
Enersa (Entre Ríos)
EdERSA (Río Negro)
EPEC (Córdoba)
EDET (Tucumán)
EDES (Bahía Blanca)
EJESA (Jujuy)
Energía S.J. (San Juan)
Factores que influyen en las tarifas eléctricas
Uno de los principales factores que han impulsado el alza en las tarifas eléctricas es la eliminación progresiva de los subsidios energéticos. Desde finales de 2023, el Gobierno Nacional ha avanzado en la reducción de la asistencia estatal a los usuarios residenciales, lo que ha impactado de manera desigual en las provincias.
En este marco, un informe del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de la UBA y el Conicet señala: “La dispersión de tarifas es multicausal, es un proceso complejo de identificación de costos que reflejan las características propias de la red, de la región en donde se presta el servicio y de la frecuencia de actualizaciones sobre los costos de distribuir la energía. A su vez, responde no solo a diferentes estructuras tarifarias, y a características estructurales propias del servicio público de distribución, sino también a factores exógenos como la existencia de diferentes cargas impositivas y anomalías regulatorias que altera artificialmente los niveles tarifarios en algunas jurisdicciones”.