Cuando los uniformados arribaron al lugar el agresor se dio a la fuga saltando la tapia de una casa vecina. La propietaria de la vivienda, expareja del acusado, alegó que el individuo había salido a la calle portando un pico con el que pretendía continuar una pelea vecinal en la que se encontraba involucrado y que, al no permitírselo, el sospechoso se enojó y comenzó a agredirla verbalmente. Para resguardarse, la víctima se había encerrado en una habitación de la casa, cuya puerta fue destruida a golpes con la herramienta de construcción.

Por el hecho, la Unidad Fiscal de Violencia Familiar y de Género emitió una orden de captura hacia el individuo, quien se presentó junto a su abogado, este jueves, en Tribunales de donde fue trasladado inmediatamente hasta el Centro de Alojamiento Provisorio de Violencia de Género y Delitos Contra la Integridad Sexual para hacer efectiva la detención.