Según detalló Infobae, la investigación por la muerte de cinco bebés nacidos en el Hospital Materno Neonatal Ramón Carrillo, de Córdoba, demostró que perdieron la vida debido a un cuadro de “hiperpotasemia por exceso de potasio” que fue “inyectada de manera intencional”.
“Se detectaron sustancias tóxicas incompatibles con la vida”, resaltan los datos forenses correspondientes a las autopsias de los recién nacidos, realizadas el 6 de junio pasado.
El fiscal de Instrucción Raúl Garzón realiza trámites procesales para determinar si, además de la enfermera (Brenda Agüero, de 27 años) detenida, existen otros responsables sobre la presunta mala praxis o intencionalidad de los resultados arrojados en los exámenes realizadas hace una semana.
Sobre la detención de la enfermera, Garzón había declarado que se la detiene por dos hechos concretos, que son los que al día de la fecha se avanzó en los estudios complementarios de las autopsias. La decisión de Garzón surge a partir de un patrón que se repitió en los bebés fallecidos, un cuarto pinchazo que correspondía al potasio y que se los habría aplicado Agüero. Habitualmente, a los recién nacidos solo se los inocula con tres: en el caso de vacunas, se colocan la hepatitis B y la BCG, y en medicación, la vitamina K.
A raíz de la investigación también imputó a tres exdirectivos del Neonatal —entre ellos la exdirectora, Liliana Asís— quienes están acusados por responsabilidades mediatas, vinculadas a su función, como la omisión de deberes de funcionario público.