TUCUMÁN.- La crisis carcelaria es un tema que debería preocupar a la sociedad tucumana y al Gobierno provincial. No hay lugar para alojar a los presos y las capacidades están superadas en un 300% en las comisarías y un 30% en los penales.
Según detalló La Gaceta, esta situación podría agravarse en el transcurso de los próximos meses, porque se estima que hasta fin de año deberían ingresar al sistema otras 1.300 personas como mínimo.
La implementación del nuevo código procesal penal de la provincia significó un cambio en el sistema judicial e incrementó el dictado de prisiones preventiva, por lo que muchos acusados terminan alojados en los calabozos de las comisarías.
De acuerdo a las estadísticas que maneja el Poder Judicial, en mayo fueron 220 personas las que terminaron tras las rejas. De ese número, a unas 170 se les dictó la prisión preventiva; las 40 restantes fueron condenadas por el régimen conclusional y a otras 10 con el nuevo código.
Si se mantiene este ritmo, los calabozos de la provincia tendrían que alojar a unas 1.300 personas más. Ya existen 2.600 detenidos y de incoporarse 1300 presos más hasta fines de año, la superpoblación carcelaria se incrementaría en un 50 por ciento. Los datos -según detalla el citado medio- corresponden al Centro Judicial Capital, los tribunales de Concepción y de Monteros podrían aportar entre un 20 y un 30% más de presos.