De acuerdo con la investigación que lleva adelante el fiscal Santiago Bridoux, los individuos serían mayores de edad y amigos. Contrajeron el virus en mayo pasado y desde entonces fueron infructuosos los esfuerzos policiales por notificarlos, primero de la imputación por el artículo N° 205 y ahora, el 202.
El último es más delicado, ya que especifica textualmente: “Será reprimido con reclusión o prisión de tres a quince años, el que propagare una enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas”.
Al parecer, los dos imputados obviaron las medidas judiciales y jamás aceptaron el aislamiento fijado por las normas legales. Sus vecinos dijeron haberlos visto en los quioscos, carnicerías, o ben caminando en las calles.
En una ocasión estuvieron internados en el nosocomio, ocasión en que filmaron videos que después viralizaron, mientras recorrían los pasillos en silla de ruedas. Ahora, el fiscal pidió sus detenciones y acaban de materializarse.