Prometió bajar impuestos y destruir el Estado… Hasta ahora, lo único que el anarcocapitalista Javier Milei está cumpliendo es la destrucción del Estado que gobierna; pero en lo que hace a impuestos, solo los ha subido desde que inició su gestión. Para los trabajadores asalariados, claro, como ahora con Ganancias.
Sin embargo, la promesa de bajar la inflación o, mejor dicho, de desacelerarla después del cimbronazo que ejecutó en los primeros meses del año en curso, parece ponerle algún límite a la suba de impuestos que pueden tener como efecto final la suba generalizada de precios.
Por ejemplo, desde el primer día de julio se venía una nueva actualización del Impuesto a los combustibles líquidos (ICL), cuya alícuota debería actualizarse en un 115% con un impacto en el surtidor de hasta el 18% en el precio del litro de las naftas.
De manera que si la actualización se efectivizaba y considerando el valor actual de nafta súper en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano bonaerense, el precio iba a elevarse a $1.068 por litro desde el próximo lunes, impactando directamente en el bolsillo de los usuarios pero también en el precio final de productos de primera necesidad.
Por esa razón, el ministro Luis Caputo decidió este jueves volver a postergar el aumento previsto para julio del impuesto a los combustibles. En concreto, el tributo que afecta los precios de la nafta y el gasoil subirá sólo un 1%, según informaron desde la Secretaría de Energía a medios especializados.
Por qué aumentan los combustibles
Según el Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), mediante el Decreto 466/24 se estableció que las actualizaciones al Impuesto a los Combustibles que corresponden por la inflación del cuarto trimestre del año 2023 y del primer trimestre del 2024, se realicen a partir del 1 de julio.
Por lo tanto, desde el primer día del mes próximo el tributo tendría un incremento de alrededor del 115%, elevándose desde $143 hasta $306 por litro. Pero Economía volvió a postergar ese aumento.