Durante todo este año, a través de las publicaciones oficiales del INDEC, se han dado a conocer informes que dan cuenta de un crecimiento exponencial de la pobreza –llegó a 52,9% de la población al final del primer semestre – y de la indigencia –alcanzó al 18,1%, aun cuando informes de diversas consultoras e institutos de investigación especializados, dan cuenta de una baja pronunciada de ambos índices en el tercer trimestre.
“Si se desagrega por grupos de edad según condición de pobreza, en el informe del primer semestre, se destaca que dos tercios (66,1%) de nnya de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza, y de ellos, el 27% viven en hogares indigentes. Mientras en la franja etaria de 15 a 29 años la pobreza llega al 60,7% y la indigencia al 21,2%, siempre según los datos del INDEC”, recuerda el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (ISEPCI).
Según el documento, el 76,5% de las familias se vieron obligadas a reducir sus porciones o suprimir comidas, por la imposibilidad de contar con los recursos suficientes para adquirir algunos de los alimentos indispensables.
“Uno de los modos habituales que las jefas de hogar utilizan para paliar y/o “disimular” la carencia de recursos para adquirir los alimentos indispensables, es la reducción de las porciones habituales en cada comida, fue así que en el 72% se verificó esta situación”, indica.
Inseguridad alimentaria
“Respecto a los alimentos consumidos durante el último mes, el 73,3% de las entrevistadas manifestó que en este período la familia tuvo que privarse, de comer uno o varios de estos productos, por falta de los ingresos necesarios: carnes, verduras, frutas, lácteos, cereales, o legumbres”, advierte.
Una de las manifestaciones más graves de Inseguridad Alimentaria es cuando la familia se ve obligada a suprimir una de las cuatro comidas necesarias. Ya no se trata de recurrir a alimentos más baratos o de reducir porciones, sino lisa y llanamente dejar de desayunar, merendar, almorzar o cenar.
Ante la pregunta a la persona adulta responsable entrevistada, sobre si en el último tiempo algún miembro de la familia tuvo que saltearse alguna comida por falta de recursos, más del 70% contestó afirmativamente.
“Un dato llamativo se presenta en la provincia de Formosa, allí el total de las personas adultas entrevistadas – que son jefas de familias que concurren a comedores o merenderos comunitarios– manifestó que, en algunos días del mes pasado, se vio obligada a suprimir una comida o reducir porciones”, comenta el documento.
Y agrega que: “En la otra punta de la lista, en se encuentra Misiones con el 52% y la CABA con el 55%, se ven afectadas por la misma situación”. Por último, al analizar los datos desagregados por provincia, la situación más alarmante ocurre en la provincia de Formosa, donde el total de las familias relevadas – habitan en los barrios de alta vulnerabilidad socio ambiental- atraviesan situaciones de inseguridad alimentaria, le siguen San Juan con el 87,5%, Córdoba 86,8%, Santa Fe 85% y Conurbano Bonaerense 81%. Mientras que en la otra punta se encuentra la CABA con el 63% de las familias relevadas que es la de más bajo porcentaje.
La versión oficial de la pobreza
El Gobierno comunicó este jueves que, con base en datos del INDEC, proyecta un 38,9% de pobreza en la Argentina para el tercer trimestre del 2024. Los datos surgen de un trabajo del Ministerio de Capital Humano, a través del Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales (CNCPS).
El anuncio llega el mismo día en que el INDEC informó el crecimiento de la desigualdad en la distribución del ingreso, anotando su peor registro para un tercer trimestre desde la salida de la pandemia en 2021, como consecuencia del avance del empleo precario y el atraso en los salarios.