El primer homicidio registrado en Tucumán en 2025 dejó como víctima a Enzo Núñez, quien antes de fallecer brindó un desgarrador testimonio sobre los hechos que derivaron en su muerte. Sus palabras, corroboradas por al menos cuatro testigos, han sido claves para que la Justicia dictara prisión preventiva para uno de los presuntos autores del crimen.

Todo comenzó el pasado domingo, cuando Núñez, de 24 años, le exigió a Kevin Ortiz que le pagara $ 5.000 por un trabajo que había realizado. Según el testimonio de Núñez, el reclamo desencadenó una acalorada discusión que terminó en amenazas. Horas más tarde, ambos jóvenes volvieron a encontrarse, y esta vez Núñez golpeó a Ortiz.

El altercado no quedó allí. Minutos después, Kevin Ortiz regresó acompañado por su padre, Néstor “Pelusa” Ortiz, y por Marcelo Figueroa. Según relató Núñez antes de morir, fue Néstor quien tomó un arma de la cintura de Figueroa y le disparó en dos ocasiones: primero en el tobillo y luego en el abdomen. Durante el ataque, Kevin Ortiz habría instigado a su padre, gritándole: “Pégale al gil ese”. Antes de huir, los agresores amenazaron a los testigos presentes en la escena para asegurarse de que no hablaran.

El fiscal de feria Carlos Sale ordenó de inmediato la detención de Néstor Ortiz y de Marcelo Figueroa. Sin embargo, “Pelusa” permaneció prófugo durante varios días hasta que decidió entregarse voluntariamente a las autoridades.

En una audiencia realizada el sábado, el juez Bernardo L’Erario Babot aceptó parcialmente el pedido de la auxiliar fiscal Luz Becerra. Aunque se había solicitado prisión preventiva por seis meses, el magistrado dispuso que la medida sea de cuatro meses, en línea con lo solicitado por el querellante, el abogado Mariano Arce.

Mientras tanto, Marcelo Figueroa continúa prófugo, y los familiares de la víctima exigen su pronta detención. Además, solicitaron que se investigue si Kevin Ortiz podría ser acusado como instigador del homicidio.

El homicidio de Enzo Núñez ha causado conmoción en la comunidad. La familia de la víctima se mostró consternada pero determinada a buscar justicia. “No vamos a descansar hasta que todos los responsables estén tras las rejas. Esto no puede quedar impune”, expresó un familiar a los medios locales.

Por su parte, la Fiscalía continúa trabajando en la recolección de pruebas y en la búsqueda del prófugo Figueroa. Las amenazas a los testigos también serán investigadas, ya que podrían configurar otro delito vinculado al caso.

El caso ha puesto de relieve la violencia que puede surgir de disputas cotidianas, escalando hasta llegar a situaciones trágicas. La prisión preventiva dictada contra Néstor Ortiz representa un paso importante en la búsqueda de justicia, aunque aún quedan preguntas por responder, como la posible responsabilidad de Kevin Ortiz en los hechos.

La comunidad de Tucumán espera que el avance de la investigación aporte claridad y garantice que los culpables enfrenten las consecuencias legales correspondientes, en un inicio de año marcado por el duelo y la exigencia de justicia.