Bueno, en realidad es un caimán, pero eso es lo de menos. Lo interesante en este caso es que es de color naranja, y eso sí que llama la atención.

Según los expertos que han analizado las fotos, lo más seguro es que este animal haya pasado mucho tiempo en una zona donde hubiese metal oxidado, probablemente en una salida de alcantarillado, y de ahí que se haya teñido de este color. El óxido habría ido impregnando su piel y tiñéndola de ese color naranja óxido.

Pero ¿cómo es posible que el animal no esté enfermo? Porque podríamos pensar que si un animal acaba teñido de óxido, muy sano no debe ser, ¿no? Por lo que parece, el óxido no ha llegado hasta los tejidos internos del animal, y por eso no le ha provocado una intoxicación. Lo que tiene sentido, porque la piel de los caimanes es bastante gruesa.

Lo que sí le va a provocar es un problema a la hora de cazar. Los cocodrilos y caimanes tienen el color que tienen como resultado de la evolución y de una adaptación a su entorno. En estos lugares, un color verde ayuda a camuflarse a la hora de cazar.

Un animal de color naranja, en un ambiente como el natural de los caimanes, destaca bastante. Así que es fácil pensar que tendrá problemas para conseguir comida hasta que pierda el color.

Porque lo perderá. Los caimanes, como el resto de reptiles, mudan su piel. Tal vez tarden más que otros animales de menor tamaño, pero terminan por hacerlo. Y si ya no vive, o pasa tanto tiempo, en un lugar con tanto óxido, la siguiente capa de piel no tendrá ese color. Vamos, que lo que le ha pasado a este caimán es una cosa temporal.