En una final anticipada, Inglaterra se impuso 2-0 ante Alemania en Wembley y exhibió sus credenciales de candidato al título. Los británicos sellaron el triunfo en el último cuarto de hora a través de las conquistas de dos de sus figuras, Raheem Sterling y Harry Kane. Ahora aguarda por el ganador de la llave que enfrenta a Suecia con Ucrania.
De arranque, el dueño de casa intentó imponer condiciones aunque le fue difícil por la jerarquía de su oponente. Sin embargo, inquietó: Raheem Sterling con un tiro desde media distancia que hizo revolcar a un Manuel Neuer que desvió al córner. A la salida del tiro de esquina Harry Maguire ganó de cabeza pero la entregó a las manos del arquero teutón. La iniciativa en la mayor parte de la etapa inicial estuvo del lado inglés, pero los germanos tuvieron una inmejorable situación en los pies de Timo Werner tras habilitación de Havertz: Pickford le bajó la persiana a su valla.
En la última maniobra de la primera mitad, Sterling recuperó en 3/4 de cancha y un rebote benefició a Harry Kane, quien no consiguió definir en la puerta del área chica y fue cerrado de forma providencial por Matt Humels. Los 45′ iniciales no tuvieron las emociones de los encuentros de ayer entre España-Croacia y Francia-Suiza pero sí fue vibrante y entretenido.
El complemento generó muchísima expectativa en su amanecer por una volea de Havertz desactivada de forma impactante por Pickford, quien voló y alejó el balón por encima del travesaño. El duelo estuvo algo planchado por varios minutos aunque siempre hubo peligro latente. El cero en el score se rompió a falta de un cuarto de hora con una maravillosa jugada en ofensiva de Inglaterra: Sterling la comandó y la definió (la estrella del Manchester City selló 3 de los 4 tantos de su equipo en la competencia). También participaron Jack Grealish, fundamental desde su ingreso por Saka, y Luke Shaw, quien envió el buscapié.
Claro que los dirigidos por Joachim Löw no iban a quedarse de brazos cruzados hasta el final. Fue Thomas Müller el que tuvo el empate a su merced con un mano a mano (tras robo de Kroos y pase de Havertz) en el que optó por cruzar su derechazo ante la salida desesperada de Pickford, que se jugó al otro palo, pero el símbolo del Bayern Múnich falló por apenas unos centímetros y dilapidó un tanto que hubiera llevado el match al tiempo extra.
Con los alemanes algo abiertos en la última línea, en búsqueda del empate, Shaw organizó un ataque que terminó con desborde por izquierda de Grealish y centro a la cabeza del goleador Kane, que gritó por primera vez en el certamen. Fue prácticamente un calco del 1-0. Wembley fue puro fervor y los intentos finales de los germanos por descontar fueron en vano porque los de Southgate se abroquelaron en el fondo y no sufrieron.
De esta manera los Three Lions se quitaron una espina clavada con Alemania en la historia de la Euro, ya que hasta aquí habían triunfado en una sola ocasión sobre un total de cinco cruces a mata o muere. Además, Gareth Southgate se vengó por la eliminación sufrida cuando era futbolista en la edición del 96. Triste final para el ciclo de Löw como entrenador de los alemanes, que de ahora en más serán dirigidos por Hansi Flick. En tanto, su seleccionado nacional puso en riesgo el liderazgo histórico a nivel continental: es el máximo ganador con 3 títulos a la par de España, que sigue en el cuadro final.
Este sábado, Inglaterra se medirá ante Suecia o Ucrania en el estadio Olímpico de Roma por los cuartos de final de la Eurocopa. En caso de avanzar a la siguiente ronda, se asegurará volver a su feudo ya que las semifinales y la final se llevarán a cabo en Londres (Wembley).