Hace unos días, la Unión de Unión de Kiosqueros de la República Argentina confirmó que ya cerraron 10.000 comercios. La caída en las ventas es del 30% promedio en todo el país, pero en algunas zonas llega al 50%.
Las razones de los cierres son el aumento de tarifas de luz, agua, gas, impuestos, alquileres, sumado todo a la fuerte caída de consumo y la baja de la rentabilidad, lo que hace insostenible para el kiosquero poder seguir adelante.
En Tucumán, la situación es una réplica de lo que ocurre en el país. “Si uno camina por la provincia ve muchos locales vacíos, muchos kioscos que ya no están. No pudieron aguantar el costo de los alquileres y los servicios”, afirmó a Los Primeros el empresario Marcelo Carmena, titular de la cadena McKio.
“Muchos puntos de venta pagan más luz que alquiler. Los márgenes para poder vender son bajos y esto hace que los kioscos quiebren o estén desprovistos de mercadería”, agregó.
Carmena afirmó que esta situación es sufrida por los propietarios. Un kiosco común puede llegar a pagar casi $2.000.000 de tarifa eléctrica. “Los servicios han aumentado muchísimo y eso no se puede trasladar a los precios. Entonces, se produce el ‘crack'”, dijo el empresario.