La Policía de Tucumán intensificó los controles en las zonas turísticas de los valles durante el fin de semana, con un despliegue que involucró a más de 150 efectivos y resultó en la demora de al menos 50 personas y el secuestro de 30 vehículos.
La medida se enmarca en las declaraciones del jefe de Policía de la provincia, Joaquín Girvau, quien advirtió: “Joven que esté ebrio a las seis de la mañana, joven que terminará preso”.
Entre los demorados, 18 jóvenes fueron interceptados a las 2:30 para verificar sus antecedentes. “Aquellos que no tengan impedimentos legales serán liberados”, aclaró Geoane, quien también instó a los veraneantes a disfrutar con responsabilidad.
Sin embargo, las medidas han generado controversia en algunos sectores, como organizaciones de derechos humanos, que cuestionaron la rigurosidad de las declaraciones de Girvau.