Los smartphones del futuro podrían estrujarse como un pedazo de tela o una superficie gomosa. Mientras que en el mercado ya encontramos teléfonos que se pliegan, LG presentó una innovación que marcaría un antes y después en la escena tecnológica. Se trata de una pantalla capaz de estirarse como chicle, de las 12 hasta las 18 pulgadas.

LG Display, la división de la compañía surcoreana especializada en pantallas, acaba de presentar en sociedad a este panel disruptivo que, huelga decir, es un prototipo. Esto quiere decir que por el momento no lo veremos integrado en productos comerciales, aunque nos permite echar un vistazo a la industria del futuro.

Según explican desde LG, esta es la primera pantalla que puede estirarse en un 50%. Tal como indicamos, sus 12 pulgadas aumentan hasta las 18. Y como vemos en las imágenes que comparte el fabricante asiático, también es posible estrujarla, torcerla y doblarla. Más que un display clásico, se parece a un trozo de tela.

Este anuncio marca una evolución de la propuesta. Siguiendo el repaso de Engadget, esta misma firma había presentado en el 2022 una pantalla similar que estiraba aproximadamente un 20%, pasando de las 12 a las 14 pulgadas.
“Al aplicar una serie de nuevas tecnologías, como la mejora de las propiedades de un sustrato de material de silicio especial utilizado en lentes de contacto y el desarrollo de una nueva estructura de diseño de cableado, mejoramos la capacidad de estiramiento y flexibilidad del panel, superando el objetivo del proyecto original”, explicaron al respecto desde la firma asiática.

Algunos detalles de esta singular pantalla estirable:

Tiene una resolución de 100 píxeles por pulgada, una resolución más que digna para la visualización en un display.
Utiliza una fuente de luz micro-LED más pequeña que los 40 micrómetros, un factor clave para su flexibilidad.
Soporta impacto y temperaturas extremas.
Una innovación de esta especie no solo beneficiaría a productos como smartphones y televisores; también es un paso clave para la emergencia de lo que se conoce como “tecnología vestible”, por ejemplo indumentaria con nuevas capacidades y también para los paneles que se integran en automóviles, por mencionar algunos casos posibles de uso.