El huevo fue objeto de debates durante décadas. Si bien su versatilidad y riqueza nutricional lo convierten en un alimento esencial en la dieta de muchas personas, también estuvo en el centro de preocupaciones relacionadas con el colesterol y la salud cardiovascular.
Hoy en día, gracias a estudios recientes, muchas de esas dudas han sido aclaradas. En esta nota, las respuestas a las preguntas más frecuentes sobre su consumo.
Cuáles son los beneficios del huevo para la salud
El huevo es una de las fuentes más completas de proteínas de alta calidad. Contiene los nueve aminoácidos esenciales necesarios para la formación de tejidos. Además, aporta vitaminas A, D, E, y B12, minerales como hierro, calcio y zinc, y colina, un nutriente crucial para el cerebro y el sistema nervioso. Su consumo regular está asociado con una mejora en la salud muscular, un mejor control del peso y un fortalecimiento del sistema inmunológico.
Los beneficios de la yema de huevo
La yema es la parte más rica en nutrientes del huevo. Contiene vitaminas liposolubles como la D, que apoya la salud ósea, y antioxidantes como la luteína y la zeaxantina, que protegen la visión. Porta grasas saludables, esenciales para la producción de hormonas y el mantenimiento de las arterias. Además, es una fuente concentrada de colina, un nutriente clave para el desarrollo cerebral y la memoria.
Los beneficios de la clara de huevo
Compuesta principalmente de agua y proteínas, la clara es ideal para quienes buscan reducir la ingesta de grasas. Es baja en calorías y rica en albúmina, una proteína de alta calidad que favorece la recuperación muscular y el mantenimiento de los tejidos.
También contiene riboflavina, selenio y pequeñas cantidades de vitaminas del grupo B, fundamentales para el metabolismo energético.
¿Cuántos huevos se recomienda comer por día?
El consumo óptimo de huevos depende de cada persona y su estilo de vida. Según los especialistas, una persona sin problemas de salud puede consumir hasta un huevo al día sin riesgo para su salud cardiovascular. Aquellos que no consumen otras fuentes de proteína animal pueden incluir hasta dos diarios.
En individuos esencialmente activos, la recomendación puede ser mayor, llegando a cuatro huevos al día en función de sus necesidades proteicas.