El plantel de River Plate retomó los entrenamientos tras disfrutar de unos días libres luego del empate sin goles frente a Platense en Vicente López.
Sin compromisos inmediatos debido a la pausa por las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial 2026, el cuerpo técnico de Martín Demichelis centró su atención en la recuperación de dos defensores clave: Marcos Acuña y Fabricio Bustos, quienes sufrieron lesiones en el último encuentro.
El que generó mayor preocupación fue Acuña, quien tras resentirse durante el partido continuó en el campo unos minutos más, pero fue reemplazado por Enzo Díaz en el entretiempo. La incertidumbre entre los hinchas creció al pensar en una posible pubalgia, similar a la que lo afectó en su última temporada con Sevilla, o en un desgarro que lo dejaría fuera de las semifinales de la Copa Libertadores contra Atlético Mineiro.
Sin embargo, el parte médico del club informó que se trata de una contractura en el isquiotibial izquierdo, un diagnóstico que alivió al cuerpo técnico por el menor tiempo de recuperación que implica.
Acuña comenzó el entrenamiento del martes con ejercicios en el gimnasio y sesiones de kinesiología para acelerar su evolución. La gran noticia fue que al final del entrenamiento, el “Huevo” se calzó los botines y realizó movimientos en el campo, lo que sugiere que podría estar en condiciones para los duelos ante Atlético Mineiro.
Si bien es probable que se pierda el partido ante Vélez el 19 de octubre, podría reaparecer en Belo Horizonte el 22.
Por otro lado, Fabricio Bustos también sufrió una lesión muscular en el sóleo derecho durante el empate ante el Calamar, aunque no se confirmó si llegó a ser un desgarro.
A diferencia de Acuña, Bustos no realizó trabajos en el campo, lo que deja en duda su participación frente a Vélez. El cuerpo técnico evaluará su evolución en los próximos días para determinar si podrá estar disponible.