Ni mucho ni poco. La virtud está en el término medio, ya lo decía Aristóteles y se puede aplicar a la hora del descanso. Dormir más de 9 horas o menos de 6 se relaciona con un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad, tanto en adultos como en adolescentes y niños, según María Izquierdo-Pulido catedrática de la Universidad de Barcelona.
Se ha demostrado que un sueño poco reparador y/o una restricción del mismo influye negativamente en la calidad de nuestra dieta, lo cual podría explicar el aumento de peso. Y al revés, nuestra alimentación puede influir en la duración y calidad del sueño: dietas saludables como el patrón mediterráneo y una ingesta adecuada de fibra, proteínas, carbohidratos y de ciertos alimentos pueden ayudar a tener un sueño de mayor calidad”. Es una de las conclusiones que aportó María Izquierdo-Pulido, en la XVII edición de las Jornadas de actualización en Nutrición organizadas por la Facultad de Farmacia y Nutrición en Navarra.