La tranquilidad de la tarde del 5 de enero se vio interrumpida por un violento enfrentamiento entre vecinos y efectivos policiales en las inmediaciones del Complejo Deportivo Graneros.
El incidente, que tuvo lugar durante un partido de fútbol entre el Club Deportivo Graneros y San Miguel de Salta, dejó un saldo de varios heridos, incluyendo dos policías y vecinos con impactos de bala de goma.
Según el acta policial, un grupo de personas, algunas con antecedentes, comenzó a arrojar piedras y escombros hacia la tribuna local desde el exterior del complejo, poniendo en riesgo la seguridad de los asistentes al evento deportivo.
Al intentar dialogar con ellos para que depusieran su actitud, los policías fueron recibidos con una lluvia de piedras y escombros, resultando heridos Manuel Alejandro Andrade, con lesiones en la cabeza y Bruno Alberto Ramírez.
Ante la escalada de violencia, los efectivos se vieron obligados a repeler el ataque utilizando escopetas con cartuchos antidisturbios de posta de goma.
Sin embargo, la versión de algunos vecinos, como Braian Díaz, contradice la versión policial. Díaz, quien fue señalado en el acta policial como uno de los agresores, afirma que el comisario lo amenazó directamente.
“Me dijo que me baje de la tapia porque ’vos tenes una pendiente conmigo, porque ya te hago cagar de un tiro en la cabeza’”, afirmó parafraseando al uniformado.
Díaz asegura que, al bajarse de la tapia donde se encontraba observando el partido, la policía comenzó a disparar balas de goma sin provocación.
“Le tiran piedras porque ellos me tiraron un plomo por la cabeza”, declaró Díaz, quien además denunció que su hermana y su prima resultaron heridas por los disparos. “En vez de cuidarnos y dar el ejemplo, pegan no más”, agregó.