Las enfermedades cardiovasculares (ECV) son la principal causa de mortalidad entre las enfermedades crónicas no transmisibles a nivel mundial. En los países en desarrollo, la pandemia ha exacerbado esta situación, superando a enfermedades como el cáncer y los accidentes de tránsito, con un riesgo que varía según el sexo y la edad.
La ECV y su evolución temprana
Estas enfermedades afectan al corazón y a los vasos sanguíneos, provocando condiciones graves como infarto de miocardio, insuficiencia cardiaca, accidente cerebrovascular y hipertensión arterial. La evolución de las ECV es progresiva y severa si no se diagnostican y tratan a tiempo. Es esencial abordar la enfermedad desde la fase subclínica para prevenir la morbimortalidad.
La obesidad: un factor de riesgo alarmante
La obesidad, definida por la OMS como una acumulación anormal de grasa corporal perjudicial para la salud, está estrechamente vinculada a comorbilidades cardiometabólicas como hipertensión arterial, dislipidemia, diabetes tipo 2 y síndrome metabólico. Estos problemas pueden llevar a atero y arterioesclerosis subclínicas y eventualmente a una muerte prematura.
Angela Sardella, cardióloga pediatra y jefa de la División de Cardiología del Hospital de Niños Dr. Ricardo Gutiérrez, advierte sobre el aumento alarmante de la obesidad y la diabetes en niños y adolescentes tras la pandemia. Estas comorbilidades elevan el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares graves a una edad temprana. “Es crucial abordar y manejar estas condiciones de manera temprana y efectiva”, sostiene Sardella.
Estrategias para una vida cardiovascular saludable
Sardella enfatiza la importancia de la alimentación desde la vida fetal. Una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, y baja en azúcares y grasas saturadas, es clave para mantener un peso saludable y prevenir enfermedades cardiovasculares. Concienciar a los padres sobre la salud cardiovascular de sus hijos y fomentar hábitos saludables desde la infancia puede reducir significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas en la adultez.
La importancia de la prevención y el seguimiento
“Las ECV suelen ser silenciosas hasta que se manifiestan con eventos graves”, advierte Sardella. Es fundamental estar atentos a los factores de riesgo como obesidad, sedentarismo y antecedentes familiares de enfermedades cardiovasculares. La prevención primaria incluye una dieta adecuada, ejercicio regular y monitoreo constante para preservar la salud cardiovascular.
Para apoyar la prevención, Sardella y su equipo han desarrollado la aplicación “Precarina”, diseñada para evaluar la salud cardiovascular de niños y adolescentes mediante un sistema de colores que indica el riesgo de ECV. Esta herramienta, basada en el modelo “Life’s Essential 8” de la American Heart Association (AHA), está disponible para Android e iOS y permite a los usuarios monitorear su salud cardiovascular de manera sencilla.
Evento de concientización
El 27 de septiembre, en ocasión del Día Mundial del Corazón, se llevará a cabo un evento para concientizar a padres y pacientes sobre la importancia del cuidado cardiovascular. La jornada incluirá instrucción sobre maniobras de RCP y contará con el apoyo de Red Pediátrica, laboratorios, Danone, y la Sociedad de Cardiología de Buenos Aires.
