Existe un tipo de abuso psicológico denominado gaslighting, que ganó atención en los últimos años debido a su complejidad y sus efectos devastadores sobre la salud mental de quienes lo sufren.
Este término se refiere a un conjunto de manipulaciones psicológicas que buscan distorsionar la percepción de la realidad de la víctima, llevándola a cuestionar sus pensamientos, su memoria y hasta su estabilidad mental.
¿Qué es y qué quiere decir gaslighting?
El concepto de gaslighting proviene de la película clásica de Hollywood Gaslight (1944), en la que un hombre manipula psicológicamente a su esposa con el objetivo de hacerle creer que está perdiendo la cordura.
En esta historia, el esposo atenúa la luz de gas en su hogar y luego le asegura a su mujer que la intensidad de la luz no cambió, aunque ella percibe lo contrario. También oculta objetos de valor y le hace pensar que es ella quien los pierde.
Este patrón de manipulación hizo que el término “gaslighting” se utilizara posteriormente para referirse a toda forma de abuso psicológico en la que una persona busca hacer que otro tipo de su percepción o memoria, un proceso que llega a anular la autoconfianza de la víctima.
¿Cuáles son las características de este tipo de engaño?
El gaslighting se caracteriza por la manipulación constante y sistemática de la realidad que hace una persona sobre otra. De acuerdo lo dicho por el médico psiquiatra Juan Eduardo Tesone (MN 44.190), miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), este tipo de abuso “consiste en descalificar las percepciones y las emociones del otro a través de manipulaciones que, en general, son conscientes y deliberadas”.
La intención del abusador es confundir y negar en su propio beneficio lo que la víctima percibe, anulando así su confianza en su propia percepción.
Una de las señales comunes de gaslighting es que la víctima comienza a cuestionar sus propios recuerdos y sentimientos, llegando a dudar de sus decisiones ya depender cada vez más del manipulador para validar su realidad.
Al respecto, Tesone resaltó que, si bien este mecanismo puede aplicarse en distintos contextos, aparece frecuentemente en el ámbito de la violencia doméstica, afectando a mujeres y algunos niños que carecen de mecanismos de defensa para proteger su sentido de la realidad.
¿Cuáles son los posibles efectos del gaslighting?
Los efectos del gaslighting sobre la víctima pueden ser profundos y duraderos. Un estudio conjunto de la Universidad de West Florida y North Florida indica que el gaslighting prolongado produce síntomas como baja autoestima, gran confusión sobre la propia realidad, vulnerabilidad extrema y dependencia emocional.
Este deterioro puede llevar a una dependencia intensa del abusador, pues la víctima se ve aislada de cualquier otra fuente de apoyo o validación, favoreciendo que el agresor mantenga el control.
¿En qué situaciones puede ser víctima de gaslighting?
El gaslighting no se limita a las relaciones de pareja; puede surgir en cualquier contexto en el que una persona tenga influencia o control sobre otra, como el ámbito laboral, amistades cercanas e incluso relaciones familiares.
Según Tesone, quien ejerce gaslighting suele negar y desacreditar las percepciones de la víctima con frases como “estás exagerando” o “eso es idea tuya”, planteando una duda constante sobre la interpretación de los hechos.
De igual forma, el gaslighting puede emplearse como una táctica en entornos políticos o corporativos, manipulando al público o a empleados para que perciban los eventos de una forma que sirva a los intereses de quienes ejercen el control.
¿Cómo se puede dar el gaslighting en relaciones de pareja?
En las relaciones de pareja, el gaslighting a menudo empieza con pequeños actos de manipulación que con el tiempo se vuelven constantes, llegando incluso a desestabilizar emocionalmente a la víctima. El licenciado en Psicología Alexis Alderete (MP 85367) explicó en una nota previa a este medio que algunas señales de esta manipulación son que la víctima empieza a dudar de sus recuerdos y se aísla del entorno.
Además, puede volverse excesivamente dependiente de la validación que recibe el manipulador, buscando constantemente su aprobación para confirmar la realidad que experimenta.
Para quienes se encuentran en una situación de gaslighting en una relación, Alderete recomienda tomar distancia y buscar ayuda externa, ya sea de amigos, familiares o profesionales de la salud mental, con el fin de obtener una perspectiva objetiva de lo que ocurre. También sugiere mantener un registro de los incidentes de abuso para no perder la conciencia de lo que realmente sucede y no recaer en la narrativa del manipulador.
El gaslighting es una forma de manipulación insidiosa que mina la autoconfianza y la percepción de la realidad de las víctimas. Entender sus características, detectar sus señales y contar con una red de apoyo puede marcar la diferencia para quien lo sufre. En un contexto donde la salud mental cobra cada vez más importancia, el reconocimiento y la concienciación sobre esta forma de abuso son pasos fundamentales para prevenir el aislamiento y el daño emocional, y para reconstruir la confianza en uno mismo.