Nadal, a sus 35 años, dio la vuelta a un partido prácticamente perdido para levantar, por segunda vez, el trofeo en Australia y deshacer el empate histórico con el serbio Novak Djokovic y el suizo Roger Federer, que también habían ganado veinte “grandes” cada uno.
El tenista español no decayó a pesar de ceder los dos primeros sets a su rival, número dos del mundo y que disputaba su segunda final en el Melbourne Park.
Después de casi seis meses apartado del circuito por lesión y 476 días después de ganar su último Roland Garros, Rafa volvió a celebrar entre lágrimas.
Casi inmediatamentesu gran rival y mejor deportista, el suizo roger Federer, lo felicitó por su gran conquista